Hay momentos en los que el tiempo parece detenerse. En Formentera eso ocurre cada tarde, cuando el sol se despide y pinta el cielo con tonos dorados, naranjas y violetas. En esta isla encantadora cada puesta de sol es una promesa de belleza, calma y recuerdos que se quedan para siempre. No te conformes con ver el atardecer desde cualquier sitio: hay lugares que lo convierten en una experiencia inolvidable. Por ejemplo…

-Cap de Barbaria, el faro del fin del mundo: Este lugar tiene algo especial. El faro, los pinares, los acantilados rocosos, el silencio… todo se alinea para regalarte una puesta de sol que parece sacada de una película. Hay que caminar un ratito desde el aparcamiento, pero merece la pena. Cuando el sol se esconde tras el horizonte, entenderás por qué todos hablan de este rincón.

-Cala Saona, colores que acarician el mar: Considerada la joya de la costa occidental de Formentera, Saona es una cala íntima de arena blanca, flanqueada por acantilados que se tiñen de fuego al atardecer. Puedes disfrutarla desde la arena, desde los acantilados o desde el restaurante de la cala con una copa y buena compañía. Es uno de esos lugares donde el sol deslumbra antes de desaparecer.

-Mirador de La Mola, la isla a tus pies: Desde el punto más alto de Formentera, el Mirador de La Mola ofrece una panorámica que te deja sin palabras. Puedes ver toda la isla, el mar y, si el día está claro, incluso Ibiza. Ideal para los amantes de la fotografía y los que buscan un momento de paz. Y si quieres redondear la experiencia, cena en el restaurante del mismo nombre mientras el cielo se tiñe de magia.

-Playa de Ses Illetes, el clásico que nunca falla: Aunque es una de las playas más populares, ver el atardecer aquí sigue siendo un espectáculo. Puedes hacerlo desde la arena, entre los barcos, o desde alguno de los chiringuitos como el Es Molí de Sal, que ofrece vistas privilegiadas y una atmósfera elegante.

-Chezz Gerdi, estilo y puesta de sol en Es Pujols: Si estás por Es Pujols, el restaurante de moda Chezz Gerdi es el sitio ideal para ver cómo el sol se despide del día. Ambiente animado, buena comida y una furgoneta Volkswagen que se ha convertido en icono de la isla. Aquí el atardecer se vive con estilo y sabor mediterráneo.

-Beso Beach, atardecer con sabor a verano: En la playa de Es Cavall d’en Borràs, dentro del Parque Natural de Ses Salines, se encuentra Beso Beach, el célebre chiringuito que combina buena música, ambiente festivo y vistas espectaculares. Aquí el atardecer se vive entre risas, mojitos y arena en los pies.